lunes, 7 de marzo de 2011

El Padre Vendrell

     Me lo contó Quito "Gritaera" en una entrevista que le hice en Radio Pinoso, cuando él contaba 91 años, es decir, hace una década.
     Combatían en el frente de Teruel, casi en el límite con la provincia de Castellón, la línea estaba situada entre los pueblos de nombre simétrico: Mora de Rubielos y Rubielos de Mora. Tenían un capellán militar que atendía al apelativo de "Padre Vendrell". Caminaba por las trincheras del ejército fiel al Gobierno Republicano con sotana y dos revólveres al cinto y la canana llena de balas.
     De buena mañana arengaba a los soldados que iban a las trincheras con frases como: "vuestro cuerpo no es lo importante, es vuestra alma la que es eterna; si morís en combate, el Señor os lleva de cabeza a la Gloria..."
     Pero llegó el día en que los pepinazos eran tan continuos y tan acertados porque los rebeldes habían ganado posiciones, que el Comandante en Jefe ordenó retirada.
      El Padre Vendrell, cogiéndose los revólveres con sendas manos, para que su carrera fuera franca, emprendió la huida, olvidándose de sus sermones, adelantando soldados que ya corrían con el diablo en el cuerpo. Decía "Gritaera" que no paró la carrera hasta que divisó el mar a la altura de Burriana.
     Y es que una cosa es predica y otra dar trigo.
     En honor a esta historia que nos contó Quito, Juanluis Mira y yo escribimos un texto de teatro que se titula: "La mort, el Pare Vendrell i el quatre punts cardinals", que ganó un premio de guión radiofónico en Radio 9. Fue grabado por el grupo de actores de RTVV y emitido por Radio 9 un 23 de diciembre de 2008.

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